El volante motriz es la interfase entre el motor y el sistema de embrague

Su objetivo es regular el giro del cigüeñal, almacenando energía cinética cuando el motor “entrega” potencia, para posteriormente “devolverla” y ayudar a que siga girando cuando se encuentra en los ciclos de compresión de los cilindros.
Un lado del volante sirve como área de fricción para transmitir un porcentaje del torque al disco, la otra área de fricción es proporcionada por el plato de presión del embrague.

el volante motriz es un “ACUMULADOR DE ENERGÍA”. La inercia es la fuerza que se opone al cambio de un movimiento sea este en velocidad o dirección. Si el objeto se mueve, se debe aplicar una fuerza para detenerlo; si el objeto es estático, se debe aplicar una fuerza para moverlo.

 1. Huellas en el diámetro exterior de la tapa del embrague

Si durante la instalación, el embrague no fue centrado adecuadamente antes de atornillarlo  se puede ocasionar que el plato de presión no “asiente uniformemente” y que el disco al no desplazarse lo suficiente en forma paralela al volante, se genere sobrecalentamiento en algunas zonas del volante (manchas en la superficie de fricción).

2. Volante motriz sobrecalentado o agrietado

Iniciar la marcha con una velocidad más alta, un embrague desgastado o un mal sistema de accionamiento puede ocasionar desgaste prematuro, patinado o sobrecalentamiento. Así mismo la contaminación de aceite o grasa por fuga en el retén del cigüeñal o la transmisión, provocan que comience a sacudirse.

limpie perfectamente la campana de la transmisión y cambie los retenes del cigüeñal y transmisión; también debe reemplazarse: el volante motriz, balero piloto, embrague, disco y collarín.

3. Rayas en la pasta del disco (lado de volante).

Si existen rayas en las pastas del disco y sobretodo en el lado volante, antes de instalar el embrague, se recomienda reemplazar o al menos rectificar el volante motriz.

4. Los barrenos o pernos guía no están correctamente alineados

Si se atornilla el embrague aunque el centrado sea incorrecto, puede deformar los pernos guía y la tapa del embrague, por lo que deberá reemplazar tanto el volante como el embrague.

5. Borde del volante parcialmente roto

Si el volante presenta indicios de golpes, rebabas en el diámetro exterior de la tapa del embrague o el borde esta agrietado , es indicativo de que no se centró o atornilló en cruz, en cualquiera de estos casos se debe reemplazar el volante y el embrague, ya que pudo haberse deformado permanentemente.

6. Superficie “brillosa” o agrietada

Ocasionada por fatiga térmica, por daños en el sistema de accionamiento del embrague o debido al desgaste de las pastas del disco, en ambos casos el volante debe rectificarse o reemplazarse junto con el embrague y disco.